Add parallel Print Page Options

Dios miró desde los cielos
sobre los hijos del hombre
para ver si había algún sensato que buscara a Dios.
Pero cada uno se había descarriado;
a una se habían corrompido. No había quien hiciera el bien;
no había ni siquiera uno.
¿Acaso los que obran iniquidad
no saben que comen a mi pueblo como si fuera pan,
y que a Dios no invocan?

Read full chapter